11 septiembre 2007

Dictadura y prensa en Latinoamérica

Durante la segunda mitad del siglo XX, casi la totalidad de Latinoamérica contó con gobiernos dictatoriales. Estos gobiernos, fueron parte de un plan, cuidadosamente elucubrado por Estados Unidos, con la complicidad de Pinochet y de los servicios de inteligencia Argentinos para mantener dominados a los pueblos de Latinoamérica y devastar su economía.
En este período, se cometieron excesos y se desconocieron los derechos humanos de las personas consideradas como subversivas a las que, alegando razones injustificadas, se secuestraba, torturaba y asesinaba empleando métodos aprendidos de los Franceses durante la guerra con Argelia. Así, se picaneaba, violaba y torturaba por diversos métodos a los prisioneros y se los asesinaba arrojándolos, dopados, desde un avión en movimiento al Río de La Plata. Así surgió el “famoso” vuelo. A las mujeres embarazadas prisioneras, Se les quitaba los niños al nacer y se les entregaban, en la mayoría de los casos, a esposas de militares, privando a los niños de su derecho a la identidad.
Y ¿qué rol cumplía la prensa en esta época?, al inicio de las dictaduras, la prensa, en su mayoría, apoyaba la lucha anti subversiva, de algún modo, el régimen militar incluía tres planes: el político, el económico y el psicológico que intentaba convencer a la gente de lo perjudiciales que eran los subversivos para la nación y de la superioridad, impulsada también por el temor que generaban, de los militares. El concepto introducido de que la dictadura era una guerra, hacía que todas estas ilegalidades no quedasen expuestas como tales, sino que ponía a ambos bandos: militares y el resto de la sociedad que bajo la lupa del gobierno dictatorial podía identificarse como subversivos, ubicados al mismo nivel y con las mismas armas de lucha. Sin esa aparente legalidad, es impensable lograr consenso social producto del desconocimiento que experimentaba un amplio sector de la sociedad.
La prensa callaba, algunos se vendían y no utilizaban el instrumento que, en ocasiones podía llegar a representar un medio consolidado para dar a conocer y de ese modo, proteger a las personas secuestradas e impedir el plan militar que era desaparecerlos, borrar la identidad de los ilegalmente secuestrados, callar las voces de las familias que reclamaban justicia, que iban de una oficina pública a otra queriendo saber. Los periodistas eran intensamente perseguidos, algunos, como Rodolfo Walsh, quien fue un innovador en lo que al periodismo de investigación respecta, fue asesinado por un pelotón de la ESMA, no sin antes dejar consolidada la estructura de una agencia clandestina que, con todos los riesgos del caso, seguía difundiendo información dentro y fuera del país. Algunos periodistas extranjeros, como Cox del Herald, escribían artículos que a su vez, periodistas locales como Magdalena Ruiz Guiñazú leía en la radio. Eran épocas difíciles en las que, algunos periodistas se exponían, y otros, sujetos en ocasiones a las presiones de los medios gráficos como Clarín y La nación, en Argentina, quienes contaban con importantes subvenciones de los gobiernos dictatoriales debían callar. Ocultar lo que ocurría, ser, de algún modo, cómplices del horror en que estaban sumidos los países de Latinoamérica.
Con el advenimiento de los gobiernos democráticos, distintos fueron los procesos de reconocimiento, autocrítica y enjuiciamiento que fueron dándose en la región. En Chile, la milicia conservaba parte de su poder político, económico y social, por lo que se produjo una negociación entre el gobierno democrático y las fuerzas armadas. En Perú, dado el intenso poder de Sendero Luminoso que cometía más excesos aún que las fuerzas armadas y que muchos de estos abusos se cometieron bajo gobiernos civiles, el gobierno sólo informó cifras, sin tomar medidas al respecto. El esclarecimiento de los crímenes y abusos cometidos durante las dictaduras se dio a través de la creación de comisiones de verdad que, como en el caso de Argentina, funcionó paralelamente con el juicio a las juntas o en Chile, fue la acción llevada a cabo ya que, los militares habían sido previamente admistiados. La comisión Chilena, elaboró un informe que no generó resultados en lo judicial.
En el caso de Argentina, los militares condenados fueron absueltos a través de las leyes de Punto final y Obediencia de vida; que, mediante nuevos juicios está quedando sin efecto. Estas medidas, son importantes para contribuir a aumentar la credibilidad en la justicia, la cual se halla dañada en la región.
Durante la dictadura, se ve claramente la falta de libertad de prensa a través de amenazas y persecuciones, es importante destacar que bajo ningún régimen es deseable contar con restricciones en cuanto al derecho de los ciudadanos de recibir información sobre lo que ocurre y utilizarla para tomar decisiones formando un criterio propio. Considero que, luego de la dictadura, el pueblo latinoamericano tiene la necesidad de saber y es consciente de que no olvidar lo ocurrido, es el primer paso para evitar que vuelva a suceder, además de que la violencia y el autoritarismo, no son medios bajo los cuales una nación pueda salir adelante y crecer. La prensa, tiene la labor de informar y no dejar coartar su libertad ni por los gobiernos de turno ni por las empresas periodísticas que, inescrupulosamente, priorizan sus intereses a su rol como informantes de la sociedad.

No hay comentarios: