30 octubre 2008

Ernestina Pais: una mujer con convicción y en crisis constante

Así se define ella a lo largo de la entrevista, utilizando un calificativo para nada estático, porque de las crisis uno resurge, crece y continúa superándose, así como ella que vive la vida al máximo dando de sí lo mejor y entregándose a disfrutar de esas múltiples actividades que le apasionan.

Ernestina, que lleva su nombre en homenaje a Ernesto Guevara, es una mujer íntegra, que combina perfectamente su desfachatez, y el más absoluto compromiso con su vocación, la comunicación. Creció en una familia politizada, sus padres se conocieron en la Universidad de La Plata, y ella, al concurrir a la universidad, esperaba encontrar una realidad plagada de militancia, pero a diferencia de lo esperado, halló un espectáculo similar a un desfile de modas.
Su padre, arquitecto, fue desaparecido por esa dictadura que nos hirió como sociedad hasta lo más profundo de nuestras fibras, no sólo masacrando tanta gente que no quería morir, sino también extirpando nuestros valores y compromiso social. Su madre educó a Ernestina y a Federica (por Federico García Lorca), sin la más mínima condescendencia, por eso, ambas son muy autoexigentes. La pérdida de su padre a los 4 años, le dejó una incontenible necesidad de transformar la realidad y no resignarse ante lo ya establecido.
Cálida, cabeza dura, de una risa fácil y contagiosa que la caracteriza en el medio, comprometida, apasionada, responsable, así es Ernestina Pais, quien a los 35 años combina su oficio de comunicar, el cual lleva a cabo desde los micrófonos de Rock & Pop, con su ciclo “Salgan al sol”, con Alejandro Lingenti y también desde los estudios de Canal 13, junto con Ronnie Arias en Mañanas Informales. Coordina además, la fotografía de “Los Inrockuptibles” y junto con unos amigos, es dueña de un restaurante: “Million”.
Es esposa de Alejandro Gullot, también fotógrafo como ella a quien destaca siempre por su nivel de compañerismo y su capacidad de ser un buen padre, madre de Benicio y seudo mamá de Ulises.
Tanto en los estudios de Rock & Pop, como en Mañanas Informales, es parte de grupos de trabajo donde la esencia es la buena onda combinada con la exigencia por hacer un buen producto, algo que deje conforme su alto nivel de exigencia. Sus colaboradores destacan su buena onda, y ha de tenerla si aceptó mi presencia en la grabación de Mañanas informales, en los estudios de la Rock & pop y observando al equipo de producción.

¿Cómo fueron tus comienzos en los medios?
Yo empecé estudiando primero, porque estudié fotografía y diseño de imagen y sonido en la UBA, o sea lo que es cine en la Universidad de Buenos Aires. Al tiempo de estar estudiando, con unos amigos empecé a trabajar en lo que iba a ser traer a la Argentina una revista que se llamaba “Les Inrokuctibls” en Francia, que era sobre música, cine y libros, entonces estábamos trabajando en la adaptación del formato de esa revista a la Argentina, porque la licencia la habían comprado unos amigos. Finalmente yo termino participando no sólo trabajando en editar fotografía, sino como socia porque la idea era que quienes formábamos parte de la sociedad trabajáramos dentro de la revista y tuviéramos un rol. Como yo estudiaba cine y fotografía, claramente mi rol fue editar la fotografía de la revista y después sacar fotos para las publicaciones. Y bueno, así empecé. Después Federica ya trabajaba con Portal y a través de ella me llega el pedido de Jorge de una reunión. Jorge Guinzburg me llama y me dice de reunirnos porque quería conocerme, le caía bien mi hermana como personaje televisivo y suponía que yo debía ser, criada por la misma madre, parecida. No se dio cuenta en el problema que se había metido (risas). Yo le dije claramente que a mi me interesaban los medios pero desde detrás de cámara, no desde adelante, entonces él me pidió que lo intentara, que si no me gustaba no lo hacía. Salimos a hacer notas, él estaba buscando la notera para la “Biblia y el Calefón” y bueno, yo salí a hacer notas y me acuerdo que a las dos semanas, editan el material, yo me fui y para mi había sido cualquier cosa. Me llama y me dice: “mirá, lo que vi es una mierda, pero me encantó”, y ahí empezamos a trabajar en “la Biblia y el Calefón”.
¿Cambió en algo tu visión de los medios antes que eras espectadora y ahora que sos parte?
Yo no era muy espectadora, ¿sabés?, Sí era muy claro que yo iba a hacer una revista de rock, o de música porque la música a mi me encantaba y desde chica era muy consumidora de revistas de cultura joven, ¿no?, música, cine joven, literatura joven, eso si claramente lo tenía incorporado. Pero después, como espectadora, yo nunca por ejemplo seguí una tira o una novela en televisión. Creo que alguna tira juvenil tal vez, pero no. Me gustaba mucho leer los diarios, la actualidad... o sea, era una mezcla rara, iba a terminar trabajando en los medios, pero no sabía muy bien desde que lugar y como. Lo incorporé casi te diría con mucha naturalidad al conocimiento de mi trabajo. Yo me doy cuenta que sé que tengo un oficio cuando estoy en situaciones difíciles, ahí es donde me doy cuenta que como claramente yo no estoy en condiciones de afrontar algo y sin embargo termino haciéndolo y termino superando la prueba, digo ah, OK, debo conocer mi trabajo, debo saber lo que estoy haciendo porque sale, pero no tengo un análisis teórico sobre los medios como espectadora y como parte porque lo viví tan naturalmente que para mi fue casi sin análisis el traspaso de un lugar al otro, casi no hay un antes. Yo hacía programas de radio o actuaciones desde que tengo uso de razón, escribía obras de teatro, las escenificaba y les cobraba entradas a mis parientes, entonces es como raro porque siempre lo hice.
¿Qué es el humor para vos? y ¿cuál es tu límite?
El humor para mi es análisis. ¿Qué es un chiste? Vos cuando lográs un chiste, o sea planteo y remate, lo que estás haciendo es haber entendido una problemática y haberla llevado a una mínima expresión que a la vez la define totalmente. Ya entendiste tanto la problemática que la pudiste llevar a una línea, a un concepto, a una frase, a un remate, extrajiste lo realmente importante. Eso me parece a mi que en definitiva es un chiste y por eso me parece que el humor es análisis. Después límites, creo que el límite se corre continuamente y cambia de lugar. Me parece eso, que el límite hay que medio percibirlo en el momento. Si podés hacer o no o si te causa gracia o no y la verdad para mi, mi límite es personal, trato de que mi límite no venga de afuera, sino qué me hace bien a mi decir y que no.
¿Alguna vez dijiste la frase que no había que decir?
Si, seguramente.
¿Alguna que recuerdes?
Sabés que no que recuerde, por ahí me pasa más en el ámbito privado que en el público. En el público como te digo, debo ya conocer bien, debo tener un oficio porque nunca derrapo como para que no haya vuelta, pero derrapo, seguro. Después me parece que uno puede, aunque en tele hay una frase que dice, que las excusas no se televisan, o sea explicar por qué te equivocaste no es televisivo, ya no le importa a nadie, importa lo que quedó ahí, te equivocaste. Pero bueno, no está mal entender por qué uno se equivoca seguramente lo hice y seguramente habré pedido disculpas si me equivoqué que también hace a la cuestión.
¿Qué te dejó haber trabajado con Jorge?
Todo el paso de Jorge por mi vida tiene la característica de lo iniciático. Quiero decir él me abrió las puertas de muchos lugares, no de uno solo. Entonces tiene ese lugar que no va a reemplazar nunca nadie que es aquel que por primera vez te mostró algo, el maestro; que sumado a una necesidad propia de afecto uno lo transforma en maestro - padre, pero que en definitiva es aquel que uno elige en la vida para que te acompañe, es esa gente que uno elige que a uno lo acompañe siempre. Y en todo sentido él, hasta con su muerte no paró de enseñarme cosas porque él muere a 4 días del estreno de lo que iba a ser mi primer proyecto sin él en cámara y en algún sentido hasta fue como la manera más absoluta de decirme que siga sola, yo digo que la historia de las muertes de la gente que quiero en mi vida son siempre un mensaje de seguí sola, ¿entendés? como un empujón porque sino la verdad que no soy ambiciosa en ese aspecto. A mi me gusta mucho trabajar con gente, no me gusta estar en primer plano, es como que a mi en general me han empujado para estar en el centro de una situación, no lo he elegido, no me pongo naturalmente en el centro de una situación. Así que bueno, él me enseñó todo el tiempo, es irremplazable en su máxima expresión.
¿Qué te gusta hacer cuando no trabajás?
Cuando no trabajo, me gusta trabajar (se ríe) Para mi la idea del ocio es, yo disfruto de verdad tanto lo que hago y me creo tanto lo que hago, a la vez es tan variado porque cuando te digo me creo tanto lo que hago puedo hablar de “Million” como lugar, como equipo de trabajo, hasta la radio, hasta mi casa donde yo todo el tiempo estoy haciendo cosas e incluyendo a mi familia en lo que hago o en lo que a mi me gusta hacer. Yo hago el programa de los sábados a la mañana pensando en mi casa, me imagino en mi casa, mi familia un sábado a la mañana y le hablo un poco a esa situación, a la situación de estar relajado escuchando algo, entonces en todo lo que yo hago, está, inclusive en los momentos en los que no hago nada. Leo, escucho música, pero todo me sirve, me hace la persona que soy que es la que uso para trabajar, con lo cual todo es parte. Pero qué se yo, también me gusta mucho beber un vino esperando comer, me gusta mucho comer (risas) como mucho. Me doy cuenta que todo lo relaciono a la comida, la bebida
¿Cómo te definirías a vos misma?
No, imposible, no tengo la menor idea. No sé, no me podría definir, depende el momento del día, te digo, paso por muchos estados, a veces soy lo más, la mejor del mundo y genial, paso a un estado de baja estima total, soy una persona en crisis constante. (risas)
¿Que proyecto te gustaría llevar a cabo que todavía no pudiste?
Supongo que el hecho de haber estudiado cine, o la fotografía como única ocupación, nunca pude llegar a disfrutar de esa vocación sin otra cosa. De verdad, a mi me llamaron de la tele, me llaman siempre, me encanta hacerlo y es como que por qué voy a dejar de hacerlo si también me encanta y de alguna manera dirijo algo que se transmite, que comunica, la comunicación en muchos sentidos me interesa. Y bueno, tal vez sea seguir explorando otras vías, como puede ser, haber estudiado 4 años de cine o haber estudiado 5 de fotografía desde que terminé el secundario, están ahí y los uso en un montón de cosas todos los días, pero me gustaría hacer algo puntualmente con eso y seguramente en algún momento lo voy a hacer.
Cuando eras chica, ¿cómo eras y que querías ser?
Cuando era chica era insoportable porque era un torbellino. Qué quería ser, recién hablaba con Gastón Pauls que le hacíamos una entrevista y claramente yo tenía ese deseo de ser presidente real, porque a parte vengo de una casa muy politizada. Entonces tenía esa situación, yo escribía discursos en un momento o agradecía premios, no inauguraba cosas, porque sería un presidente de verdad que inaugura cosas que no existen, y por ahí ellos siguen jugando a que son presidentes, uno no sabe. Quería ser maestra, pero eso porque tenía muchas maestras en mi familia, todas mis abuelas eran docentes, hasta mi mamá era profesora de italiano. Quería ser un montón de cosas, todas relacionadas con lo comunicacional, con el hecho de hacer cosas que provoquen en otros estados de ánimo, que solucionen, que sea una vía de unión entre necesidad y satisfacción de necesidad, como esa cosa de poder unir, diferentes puntos, culturas, personas, hacer más fácil el entendimiento, contarle a otros lo que pasa en otro lugar... en fin, eso... Y creo que soy bastante parecida a lo que pensé de niña.
¿Qué características encontrás en vos de tu mamá y de tu papá?
No lo sé yo porque a mi papá no lo conocí, sólo a través de su biblioteca. Yo creo que mi padre me educó porque yo leí los libros que él dejó y es una manera de educar a tus hijos, pero después yo objetivamente su personalidad no la puedo conocer.
¿Pero tu mamá te señala aspectos que tengas?
No, mi abuela Isabel que es una abuela adoptada por la vida, ella una vez me dijo una frase, mi mamá no está muy de acuerdo pero es así, claramente ella me decía, tu hermana es muy igual físicamente a tu padre y tiene maneras y formas de tu padre, físicas y de estilo, de moverse, pero yo tengo la personalidad obsecada, parece ser, esto no lo sé yo, que mi padre era una persona que lo que decía que iba a hacer lo hacía, mal o bien pero era una persona que en algún momento decía voy a hacer tal cosa, y no podías dudar que eso iba a terminar ocurriendo y que eso yo tenía como ese mismo cabezadurismo. Con mi mamá ahí es al revés, yo soy igual a mi vieja físicamente, es muy claro. Después yo no me veo muy parecida en personalidad y si creo que mi hermana es muy parecida a mi mamá, por ejemplo. Yo soy una zarpada, cosa que mi mamá y mi hermana tal vez no tanto y que imagino que mi padre si por cómo terminó, (risas) Son sensaciones más que certezas lo que te digo.
¿Cómo sos como mamá?
Soy inmadura para ser madre, me doy cuenta en muchos aspectos, porque yo todavía soy muy caprichosa en el manejo de los tiempos míos y como te digo, como paso por varios estados de ánimo en el mismo día, soy difícil de predecir, pero a la vez soy súper fácil, soy convivible, pero bueno mi hijo supongo que va a salir con un nivel de preservación altísimo, (risas), claro instinto de supervivencia desarrollado a los cambios climatológicos.
¿Qué quisieras para la vida de él?
Convicción, a mi hay algo que me parece que es un mal, esa sensación de que las cosas están dadas así y que no se puede hacer nada, bueno, ojalá a él no le pase, ojalá él tenga convicción porque a mi claramente me abrió el camino. O sea yo no soy ni la más talentosa, ni la más inteligente, tengo deseo de hacer lo que hago, tengo convicción cuando hago las cosas, entonces eso a mi me ha dado ese plus para poder hoy estar conforme con lo que me pasa.
¿Cómo se modificó tu idea de no ser mamá? ¿porque vos no querías ser mamá? ¿no?
No, no es que no quería, es que yo sentía que claramente iba a ser una mamá no por la exigencia del entorno, bueno, que si sucedía sucedía, pero sino iba a estar todo bien. Eso fue y respeté eso. Podría haber sido madre antes, si hubiera sido por deseos de las personas que estaban conmigo, por ejemplo, ¿entendés? Pero sucedió en un momento y a la vez yo tengo una casa grande y siempre me gustó y soy de que a mi casa entra el que quiere, cómo quiere, entonces hay y había niños. Estoy casada con una persona que ya tenía un hijo antes, yo fui seudo mamá, o sea conviví con niños antes de ser madre yo. Empecé con mi marido y su hijo tenía 7 años, yo vivía con un niño y era feliz, o sea me encantaba. Después el deseo personal de ser madre vino cuando yo sentí que estaba todo como para que eso pase.
¿Pensás tener más chicos?
Supongo, si vuelve a pasarme lo que me pasó, por ahora tengo el deseo idílico y no el concreto que es aquel que te lleva a no cuidarte, todavía tengo esa cosa de: uy, qué lindo quedaría otro por ahí. Estoy en el patio y digo, me gustaría ver a uno chiquito gateando ahí atrás, pero por ahora si es mío o ajeno, no tengo muy claro.
Por lo que sé, no vas a seguir trabajando en “Mañanas Informales”, ¿no?
No. A mi lo primero que me está pasando es que me estoy despidiendo con muchas ganas de terminar ahí arriba con mañanas informales porque me parece un programón, es excelente, es genial. La gente que va me dice 2 cosas, por un lado que buena onda hay real, dentro del estudio y por otro lado es una máquina enorme, es mucha gente trabajando y yo no es que no crea que es el mejor programa porque vaya a hacer otro, sino que creo que justamente yo lo hice 4 años y necesito irme. Para mi no es que me voy para siempre de mañanas informales, yo tengo hasta la idea y lo hablaba con Andrea la otra vez [Andrea Stivel, productora de mañanas Informales y esposa de Jorge Guinzburg], hasta la idea de que esto sea un salir y volver. Porque lleva muchas horas y es difícil nutrirse de nuevos conocimientos o de nuevas escuelas o de estudiar un poco si estás todo el día trabajando, entonces yo hace 4 años que estoy todo el día trabajando y no me permite leer otras cosas que no sean noticias, no me permite ver otro cine que no sea documental o que no me sirva para el programa. Yo necesito salir un poco porque como me decía Andrea y charlábamos, una carrera tiene que tener matices, esos matices donde vos hacés descansar una parte de la cabeza para poner a funcionar otra y esa parte de la cabeza se repara y la volvés a utilizar, así uno no le miente a los demás. Si vos estás cansado, agotado y sólo trabajás, en un momento empezás a mentir, creo que hay que darse cuenta de eso. Eso fue importante para mi para decidir irme. Estaba todo para seguir en mañanas informales, ellos quieren, yo quiero, nos amamos, nos adoramos, pero todos vamos a crecer si nos separamos un poco de la seguridad, si vamos a terrenos más inestables un tiempo, te hace crecer.

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