La ONU y su Misión

La ONU fue creada con el fin de mantener la paz mundial y promover relaciones de amistad y cooperación entre los países miembros. Estos componentes, con intereses divergentes, los anteponen a los del mundo en su conjunto y dependiendo de su poder, se imponen con mayor o menor facilidad. Sus prioridades fluctúan, más aún, teniendo en cuenta la dificultad de establecer lineamientos en lo que a política internacional se refiere, que especialmente se evidencia en los países con menor poderío económico que buscan sovrevivir y salir con el menor perjuicio posible. Actualmente, no sólo se ostenta el poder al tener dinero, riquezas o recursos, sino también ante la posibilidad de desarrollar armas nucleares.
En los principales organismos de la ONU, los países miembros emiten un voto cada uno, simulando igualdad, pero a las claras, esta igualdad no es tal. Es evidente la hegemonía de Estados Unidos que, al ser miembro permanente del Consejo de Seguridad no puede recibir sanciones, aunque de no serlo, ¿podemos pensar que las recibiría? ¿No es acaso Estados Unidos quién mueve los hilos a su antojo acomodando el discurso como mejor le place?: Pakistán, Corea o Irán son peligrosos porque realizan actividades nucleares, y ¿no lo es Israel? Irak era una amenaza para ellos cuando, poco tiempo antes lo apoyaron para combatir a Irán. Parece que el principio de autodeterminación de los países ha perdido vigencia, y podemos afirmar que la democracia es el único sistema de gobierno posible, la religión islámica es una peste de la que hay que alejarse, el terrorismo es la justificación para invasiones, maniobras sospechosas, asesinatos a personas inocentes y un sinfín de consecuencias que no hacen más que aumentar el poder de los más poderosos y la sensación de descontento y opresión de los más débiles.
Pero el eje de este texto no es Estados Unidos sino, como su poder impacta en el quehacer de la ONU como organización y considero que, hasta tanto no se reforme el modus operandi de ésta, no se equilibrará la toma de decisiones ni podrá apuntarse a que primen los objetivos de paz y justicia midiendo a todos con la misma vara.
Lamentablemente, muchos de los integrantes con mayor poder, dado por los aportes económicos a la organización, tienen un especial interés en mantener el statu quo dentro de la misma, por lo qué, cualquier reforma se vislumbra lejana y compleja.
Es importante, para concluir, remarcar que la ONU no es simplemente un consejo de Seguridad que ve lo que quiere ver, y hace oídos sordos a muchas situaciones injustas, ni tampoco una asamblea General que aplica la resolución pro paz cuando no involucra a estados unidos, sino también una serie de organizaciones miembros de la ONU o bien ONGs adjuntas a la misma, que trabajan arduamente para paliar los efectos de las guerras y lograr, poco a poco, una sociedad más justa y con mejores posibilidades para los sectores más desfavorecidos.