30 abril 2008

“Sublime el sueño que nos dejó en el lugar justo donde estamos”

Con esta frase de León Gieco, la profesora de literatura de la ESB 40 expresa su agradecimiento y su emoción por haber podido llevar adelante esta antología de cuentos que publicaron los chicos del barrio La Carcova.

Los chicos de la ESB40 del barrio Carcova presentaron el viernes 25, con un acto en la escuela su antología de cuentos “Carcoveando: Cuentos de la villa”. Todavía no pueden creer ver ese sueño que comenzó hace dos años, materializado, un libro palpable y tangible y que, tal como se proponían las docentes terminó siendo un puente para que el resto de la gente los conozca, se emocione y se maraville al escucharlos. Son cuentos en los que ellos hablan sobre ellos mismos, nos cuentan su realidad con las cosas buenas y malas, sus sueños y planes para el futuro. Osvaldo Bayer narra en su prólogo que titula “UN PUENTE HACIA LAS FANTASÍAS DE LA REALIDAD”: “Así viajará el lector. Entre realidades y sueños. Un mundo pleno de ansias”.
Llegamos a la ESB, en la puerta mucha gente conversando espera entrar. Miriam Abálsamo y Claudia Szelubsky corren de un lado para otro. Dan indicaciones a los chicos, charlan con los padres y también se acercan a saludarnos. “Los chicos están re nerviosos”, nos dicen. Nos cruzamos con César, él fue parte de la intervención al Consejo Escolar de San Martín, eran tiempos muy difíciles para la escuela. Nos cuenta que cuando conoció el proyecto se entusiasmó y se quedó trabajando con los chicos y las profes.
Lo reciben con una ovasión, interminable, agradecida, afectuosa. Entra Osvaldo Bayer, los chicos hasta le dicen el abuelo y él, confirma a Infancia Hoy sentirse así: “Me siento orgulloso de lo que pudieron hacer estos chicos. Ya me siento como un abuelo orgulloso y quisiera que de esta queridísima escuela, salga cada año un nuevo libro hecho porellos”.
Todo es especial en el acto que presiden los chicos y las profes. Las paredes adornadas con banderines con lentejuelas y afiches que ellos mismos hicieron. Frente al salón donde se realiza el acto, hay una muestra fotográfica y de dibujos. Las fotos las sacaron las docentes que visitaban el barrio para ilustrar los cuentos de los chicos y los vecinos orgullosos mostraban lo que tenían: su jardín, sus trofeos, todo quedaba retratado. Además los chicos hicieron dibujos y un mural, donde se ven chicos jugando al fútbol, el barrio, sus casas, el basural...
Muchos chicos hablan, pero de inmediato cuando Irma, la directora toma el micrófono todos se callan. Quieren ver y escuchar la presentación de este libro en el que colaboró toda la comunidad, todos son parte de él. Nos sentamos en el piso porque el salón está abarrotado de personas. Y como les decía, todo fue especial, una bandera de ceremonia llevada por una alumna, una docente y una mamá; un himno nacional cantado a viva voz por todos con ritmo folklórico y ejecutado con instrumentos autóctonos; aplausos fervorosos ante la palabra de todos y la mención de temas sociales que ponen en evidencia el involucramiento de la comunidad; todo tuvo una gran cuota emotiva.
Esto comenzó cuando un mediodía de otoño Claudia y Miriam, docente de literatura y preceptora respectivamente viajaban luego de haber salido de la escuela. En la estación de Suárez debatían qué hacer para mejorar la educación de “sus chicos” y Miriam propuso: “¿Y si hacemos un libro con los pibes?”. Así comenzaron a planear para que los chicos empiecen a escribir el año siguiente, en la casa de Claudia meta mate como ella misma narra, trazaban los objetivos y la forma de implementarlo.
No fue fácil plantear esto que parecía un tanto utópico en un contexto escolar desfavorable, sin directora, con un edificio en condiciones lamentables, con los papás que tomaban la escuela y un Consejo Escolar intervenido justamente por un episodio ocurrido en la misma escuela. Claudia se los propuso a los chicos y reaccionaron llenos de interrogantes, pero comenzaron a escribir, sin ningún tema propuesto, sin consignas correcciones ni nota alguna, libremente y sólo por el placer de escribir. “Yo los leía y me maravillaba. Ellos miraban mi cara y me decían con entusiasmo: ¿le gustó? ¿Entonces queda? Se lo voy a mostrar a Miri”.
Así, el proyecto de libro acumulaba más y más cuentos que esperaban ser publicados. Luego, mucho andar y encontrarse con algunas personas que ni siquiera leían los cuentos y otras que querían que se publicase en el marco de una investigación, que los docentes analizaran a los chicos, por qué habían dicho tal o cuál cosa. Así no, todo era más simple para las ideólogas de este proyecto y para estos escritores, querían expresarse, contarnos como viven, qué sienten y eso no necesitaba ser analizado. Claudia revive emocionada esa época: “Creemos que los docentes que trabajamos en esta escuela tenemos una enfermedad que nos hace seguir creyendo e ir hacia adelante en vez de deprimirnos, pero sin duda esta enfermedad la padecen también nuestros chicos y aunque todavía no podemos detectar quien contagió a quien, en ese momento estábamos verdaderamente felices”. En la intervención del consejo escolar conocieron a César, que leyó los cuentos, se involucró en el proyecto creando un blog (www.cuentosdelavilla.blogspot.com), un espacio virtual que sirve de nexo entre los chicos y el resto de la sociedad, un espacio para que se los conozca, para derribar prejuicios y les presentó a la gente de la Corriente Educativa Manuel Ugarte quienes decidieron publicar el libro. Y se publicó, con un prólogo magnífico escrito por Bayer desde Alemania que conmueve hasta las fibras más íntimas y expresa la emoción e inmenso amor que al autor de La Patagonia Rebelde le despertaron los cuentos y que, a lo largo de la lectura todos experimentaremos. Carcobeando ya comenzó a construir puentes, como dicen sus autores y para construir más aún lo presentarán en la Feria del Libro el 2 de mayo a las 17 horasEn el Stand 630 del Pabellón azul, calles internas: 11 y 18.
Algunos de los chicos cursan la ESB y otros ya pasaron a polimodal, cabe destacar que la mayoría sigue estudiando y construyendo un futuro mejor para ellos. Como señala la ex directora de la ESB, Julia, ellos ya no son los mismos que eran antes del libro. Ahora saben que tienen una posibilidad de hacer cosas por ellos mismos, desde adentro, para lograr mejores condiciones de vida.

Verónica Carolina Gonzalez para Infancia Hoy
Fotos: Andrea Meza

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola soy estela hermana d una d ls k escribió un cuento y estoy muy orgullosa de ella y bueno nada estoy muy feliz chau y exitos!!!!