04 marzo 2010
Susana: más que una diva, una mujer que lo ha hecho todo
Ella no necesita presentación, su nombre es de por sí, una marca indiscutible que significa éxito, belleza y un singular carisma. Es la presentadora de televisión más querida de la Argentina y mantiene su popularidad también en el resto de Latinoamérica. Transparente, sencilla y cálida, no olvida sus comienzos en los que no tenía dinero e iba de agencia en agencia con sus fotos para obtener algún trabajo, y así poder dar de comer a su pequeña hija Mercedes.
En exclusiva para Latin Star Magazine, la diva recorre junto a nosotros las distintas etapas de su carrera, sus sentimientos y emociones.
Susana es hija de María Luisa Sanders y Augusto Johnny Giménez Aubert. Fue muy compañera de su madre, quien la ayudó mucho con la crianza de su hija, su padre, en cambio, era muy estricto, “antes los padres eran más estrictos que ahora”, pero tuvo una familia muy buena. De niña era inquieta, pizpireta, líder. Siempre le gustó dirigir y para sus amigas, reemplazarla en su rol de la maestra al jugar, era francamente imposible.
Al concluir la escuela, estudió magisterio, pero nunca ejerció. A los 17 años se casó con Mario Sarrabayrouse, un año después nació su hija Mercedes, pero poco tiempo después se separó de su marido.
Trabajó como secretaria en la fábrica que tenía su padre, pero no le alcanzaba el dinero, así que decidió incursionar en el modelaje: “Yo me separé y me quedé con mi hija y la tenía que alimentar y ocuparme de todo, como siempre los hombres se borran”.
Los comienzos fueron difíciles, en esa época las modelos se sacaban las fotos y debían llevarlas a las distintas agencias de publicidad, ya que no había agencias de modelos. Para ella esto resultaba mejor, porque los ejecutivos iban conociendo a cada modelo personalmente y era más directo el contacto.
Su primer trabajo grande fue un comercial de Gillette, donde la diva era una más entre la multitud, pero ella no lo podía creer, ¡estaba feliz! “La verdad que tengo recuerdos muy lindos, esa época fue la más importante de mi vida, cada logro es como una alegría, una energía buena que entra a tu cuerpo y capaz que disfrutaba más que ahora, era muy importante para mi” -recuerda con emoción.
saltó a la fama gracias al comercial de jabón Cadum (donde ella exclamaba «¡Shock!»), que se convirtió en un clásico. Susana trabajó en comerciales, teatro, cine y televisión, cosechando mayormente éxitos indiscutibles. Debutó en el teatro en la obra “Las mariposas son Libres”, caracterizando a Jill Tanner, una mujer hippie, sensual, sensible y divertida que enamora a un joven ciego a pesar de la oposición de su madre. En 1974 conoció al campeón mundial de boxeo Carlos Monzón, quien luego sería su pareja, cuando protagonizaron la película “La Mary”, un personaje emblemático en su carrera. En el filme, ambientado en los años 40, Giménez representaba a una joven humilde y combinaba erotismo, romance y fenómenos paranormales bajo la dirección de daniel Tinayre. Disfrutó mucho representando al personaje de Tess harding en la obra teatral “La mujer del año”, , un musical de peter Stone que trajeron de Brodway y que fue un gran éxito durante los años 1983, 84, 85 y 88.
Trabajó también junto al Rosarino Alberto Olmedo, Jorge Porcel y la voluptuosa Moria Casán, mostrando sus dotes para la comedia y también con su entrañable amigo, el popular cantante Roberto Sánchez, Sandro.
Actualmente conduce su programa que comenzó llamándose “Hola Susana”, pero que ahora lleva el nombre de la diva, “Susana Giménez” que alcanza más de 30 puntos de rating los domingos por la noche. En su programa, combina entrevistas, juegos, un sketch humorístico y un partido de Truco, el juego de cartas argentino más popular. La conductora siempre buscó, desde su programa, entretener y abordar también temas coyunturales y reales. Este año, donde el anterior programa diario se reemplazó por uno semanal, que se emite los domingos que suelen ser días pálidos, opacos, apagados, la diva opta por un formato bien arriba, con mucho humor, “Por eso la gente reacciona tan bien con el programa los domingos”.
Desde hace mucho tiempo, le proponían realizar una revista, pero ella aceptó la propuesta cuando consideró que era el momento, y el lanzamiento de “Susana”, se produjo el 20 de Mayo de 2008, que se agotó a tan sólo 24 horas. En la revista, se encuentran fotos suyas, notas sobre belleza, moda, literatura e historias personales. Son columnistas la periodista y escritora española Pilar Raolah, Gloria César (decoradora), la sexóloga Puertorriqueña Alexandra Rampolla, sólo para mencionar algunos. Para el primer número, la prestigiosa escritora chilena Isabel Allende, escribió un cuento. “Estoy muy feliz con la revista, no hay nada que se publique que yo no haya aprobado y quiero dar la imagen que yo tengo y cómo pienso a las lectoras.” En la revista también se incluyen biografías de gente importantísima, porque cree vital perpetuar a personas que de alguna manera, marcó nuestro corazón.
La diva alterna su vida en Buenos aires, con anheladas visitas a su casa de Miami, donde disfruta descansando, tomando sol, paseando en bicicleta, nadando en el mar, andando en su moto de agua, yendo de compras y también al cine a diario. “Allá la gente me conoce porque el programa lo dan hace muchísimos años en Miami, pero es distinta la gente, te digo, por ahí te saluda, pero acá en Argentina son más cariñosos, se te tiran más encima, en seguida las fotos, viste que ahora todos tienen el teléfono celular con cámara, pero es parte de todo, si salgo ya sé que me lo tengo que aguantar” Comenta sonriendo.
Varias veces emitió su programa desde los Estados Unidos, pero con la crisis se dificulta bastante hacerlo.
Comparte su admiración hacia Rita Hayworth con su madre: “Era la mujer más linda de la tierra y con la vida más triste también. Cuando era chica iba al cine y salía poseída por la magia que transmitía”. En su adolescencia admiraba a Brigitte Bardeaux, a quien imitaba usando faldas a cuadritos, un soutién en punta, chatitas, las patillas... siempre quiso ser rubia.
La diva cuida mucho su imagen, aunque reconoce que se mantiene en tan buen estado un poco por la genética. Se cuida mucho en las comidas, hace un poco de gimnasia, aunque confiesa que no le gusta demasiado e incluso dilata a menudo sus ejercicios, como al concedernos la entrevista. También utiliza todas las cremas que salen para mejorar la piel: “Yo creo que en las próximas generaciones las mujeres no van a envejecer, hay mucho para hacer sobre todo si una tiene dinero y si le importa. (Se ríe) ¿Viste que hay mujeres que no les importa?,Yo las envidio, me parece brutal, una libertad de la que carezco porque trabajo con mi imágen”.
Susana está sola por elección luego de grandes desilusiones. “Me quiero tomar unas vacaciones de hombre, de amor, de pseudo amor, de lujuria, de lo que sea”. Reconoce que sabe perdonar, excepto el engaño, pero no refiriéndose al sexo, sino a la mentira: “yo creo que los hombre son muy mentirosos, que no están hechos para la monogamia, de hecho no son monógamos, nosotras no queremos entenderlo, y no queremos soportarlo”.
Tuvo durante su vida, hombres que la apoyaron, la amaron y a quienes amó. Entre los más importantes para ella se encuentran el ya mencionado Carlos Monzón, el prestigioso actor Ricardo Darín (a quien conoció realizando la obra de teatro “Sugar”), el empresario teatral Héctor Caballero y el empresario Jorge Rodríguez.
Además de su casa en Miami, Susana tiene una chacra en Punta Del Este, donde disfruta de compartir tiempo con sus animales, sobre todo con sus perros, que le encantan; leyendo, afición que mantiene desde niña; va al casino; mira películas en su casa y le gusta muchísimo comprar revistas de jardinería y arreglar rincones distintos de su jardín.
Susana tiene una relación muy especial con su hija: “con Mercedes estoy muy ligada. No hemos cortado el cordón umbilical y no quiero cortarlo. Mercedes es mi vida, mi mitad... es todo” –Expresa orgullosa. También tiene 2 nietos, Manuel y Lucía de 13 y 15 años con quiénes no comparte mucho tiempo porque son adolescentes, “!No me dan bola ellos!” –Comenta entre risas. Con Lucía salen a comprar, a comer o a tomar el té. “Ella al ser mujer tiene más afinidad, ya le gusta la ropa y salir de compras”.
En Navidad suele festejar en su casa con su familia, viajar a Punta del Este y luego a Miami, aunque a veces opta por volar directamente a los Estados unidos; de todos modos, aún no planeó que hará durante estas fiestas.
A principios de 2008 viajó a la India. Ese viaje la marcó profundamente, la espiritualizó. Allí pudo conocer a un pueblo muy pacífico, que aceptaba la vida tal cual era, gente que mostraba todo el tiempo una sonrisa y que creían que si eran buenas personas se reencarnarían bien. Allí pudo conocer al Dalai Lama, con quien conversó, le entregó sus libros y un echarpe blanco que suele regalar a sus visitas importantes, “medijo que cada vez que me sienta mal me lo ponga”. Lee sobre metafísica desde hace mucho y explica que hay momentos en la vida en que uno necesita una ayuda espiritual que ella no encontraba en las Iglesias, donde te castigan y te mandan a rezar tantos “Ave María”, en cambio necesitaba que la ayuden a ver la vida de modo positivo, y a tener una buena calidad de vida y de espíritu.
Susana es una mujer completa, humilde, espontánea, capaz de cumplir todos sus sueños, agradecida a la vida que le ha dado todo, siendo consciente que con sacrificio ha podido hacer realidad, sus sueños más ambiciosos, con esa sonrisa tan especial que la caracteriza y esa frescura que hace que su público la respete, la quiera y la admire profundamente.
(Nota para Latin Star Magazine, Octubre 2009)
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